25 junio 2011

Arriero

La más bonita pero triste
aguantando la mirada,
pensando lo que no diste
y en la alegría alcanzada.

Fue la corta despedida
en nuestra orilla salada,
de blanca luna encendida
en la noche dibujada.

Con los cuerpos separados
la historia al fín terminada,
y los puños apretados
por marchar sin decir nada.

Ni adios, lo siento o te quiero
abraza al silencio, no abras,
camino al dolor más fiero
cuando sobren las palabras.




La mañana siguiente, con sus pies descalzos aquel arriero
escribió en la arena: "en el camino pierdo lo que yo más quiero".